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Mostrando entradas de julio, 2010

Unicidad

Cuando era niña, en aquella azotea de la Luis Reyes Acosta, la mata de chinola no impedía ver la estrellas ni los letreros de neón del Queen. ¡Qué deprimente la calle con sus bombillos amarillos! Un olor a comida china competía con el aroma de cebollas fritas... Yo contemplaba la noche y me sentía como una hormiga en medio de un viaje planetario. ¡Oh Dios, mi pequeña humanidad rendida a tu maravillosa obra! Los carros de la 17, en tráfico continuo eran un campo de batalla en donde mi hermano King Jong voló por los aires, rotos los huesos.... Ahora, miro a la noche de igual a igual y ya no siento mi pequeñez a la conquista del planeta poblado para cuando tú quieras yo me fundo, una e indivisible con la nada o el todo Entonces veremos quién es quién. ©Leibi NG

Mucho Tú

“Amuchedúmbrate en mi cama” Decía la canción y yo pensaba En todas las mujeres que te poblaban: En tu anterior esposa, en tu antes novia, en tu amante de ocasión… Pero era a mí a quien amabas en ese solo instante único el cuerpo No eras muchas ellas, Eras mucho Tú. Ladeando la cabeza en agonía Conteniendo el grito y la respiración Arrebolado, rojo, ardiente Sudoroso, esforzado Chispeante, rumoroso Bárbaro, náutico Elemental, esencialmente básico Espumeante, taurino, potente Arremetedor punzante y obstinado... La agonía deliciosa de un fuerte resoplido adherida a la fuerza de tu marea indómita Y todas las demás huyeron espantadas. ©Leibi NG