Chica tomando café de Guillermo Martí Ceballos Es como una derrota saber que lo que quieres ni siquiera pagando alguien podría ofrendarlo. Saber que tus narices han perdido el olfato y sin embargo sabes que no era así el aroma del Jardín del Edén. Ni siquiera pagando ni siquiera un esclavo ni siquiera otras manos impregnarán al tacto lo que fue y ya no es. Y tus jadeos se hunden en aristas de armarios, en cajones sin orden, en ventanas nubladas, donde arañas y hormigas suelen mirar también. Te miras a ti misma sentada a media tarde en la mesa del patio disfrutando un café y aquel sensual aroma de mujer satisfecha no regresa, no vuelve ni siquiera pagando. ©Leibi Ng