"Probablemente por esa manía de la literatura y de que los otros sepan lo que uno piensa, o lo que uno quiere que los otros crean que uno piensa, o lo que sea". Roberto Fernández Retamar Y si tu voz prendió mi abrazo verdadero dejé el rastro de los cirios consumidos en el altar del viento. Mojé mis pies en el adoquinado espejo de tu acento y supe del pasado que no cesa. Esperé del manantial el eco de un rumor lunar iluminado salobre transparente... Pero jamás llegó al enrejillado la sincera absolución del amor mancillado. Mi vientre no habitado fue clemente y se tensó entre islas a sol y libertad entre el verdor de la espera y la melancolía misteriosa de la llama titubeante. Y ahora en litorales la luz se difumina y vuelvo a ser la Penélope de proa que aguarda en la bahía. ©Leibi Ng