Destellos

La única forma de tenerte es reviviendo el eco. De un trozo de mi vida Quise escribir un verso Contrario a la planicie, al tedio y a la espera de la tarde del sábado. Describiría el momento de dos fusionados en uno y en suma se extendieron. Relumbró la ciudad, con sus calles y aceras. Los efluvios del cuerpo, casi fuego de infierno, se propagaron raudos y todo lo quemaron, por ejemplo, el mercado… y de todos los puestos surgieron relicarios y de todas las ventas me ofrecieron regalos como si entre las cejas pusiera encajonado: “Soy amada y lo amo”. Era entonces la novia, la esposa, la creadora de sonrisas, sonrojos y de la misma aurora. Tú en cambio, proveías el agua con su encaje de espuma, el pan, vigilia y sombra... la vereda, el ropaje...