Barbazul:Natalia Verbeke y Lluis Homar Yo que en el fondo sigo siendo niña abrazada a tu templo, rodeada en tus columnas... Redonda entre tus torres refugiada, aérea en la materia secundada de varón protector casi saciada. Dios de mi templo y fuerza que me asiste, corregidor de entuertos y descuidos nutritivo y parcial cuando es domingo… Después de cada viaje, busco aroma de sopa, en tren, avión o coche… Con la mordida de cien mil cangrejos te recuerdo jinete en tu caballo como el sueño que fue dimensionado por los espejos de agua de tus ojos, la blanda mansedumbre de tu espalda, la firmeza en la voz y la puerta cerrada donde guardabas cabezas de esposas secuestradas. Sigo siendo la niña la que sobrevivió Dios sabe cómo al desencuentro atroz. al malentendido, las sombras de motivos silenciados. Sigo ciega infantil sujetando la llave de tus barbas. Es mi vestido azul como una nube entre tu negación y mi osadía. ©Leibi NG