Ir al contenido principal

Osadía

Barbazul:Natalia Verbeke y Lluis Homar
Yo que en el fondo sigo siendo niña
abrazada a tu templo, rodeada en tus columnas...
Redonda entre tus torres refugiada,
aérea en la materia secundada
de varón protector casi saciada.

Dios de mi templo y fuerza que me asiste,
corregidor de entuertos y descuidos
nutritivo y parcial cuando es domingo…
Después de cada viaje, busco aroma de sopa,
en tren, avión o coche…

Con la mordida de cien mil cangrejos
te recuerdo jinete en tu caballo
como el sueño que fue
dimensionado por los espejos de agua
de tus ojos, la blanda mansedumbre de tu espalda,
la firmeza en la voz y la puerta cerrada
donde guardabas cabezas de esposas secuestradas.

Sigo siendo la niña
la que sobrevivió Dios sabe cómo
al desencuentro atroz.
al malentendido,
las sombras de motivos silenciados.

Sigo ciega infantil
sujetando la llave de tus barbas.

Es mi vestido azul como una nube
entre tu negación
y mi osadía.

©Leibi NG

Comentarios

Entradas populares de este blog

SIEMPRE EXTRAÑA

A J. que ama demasiado Olvídame en el Metro como a un libro. No permitas que nadie me devuelva. ¿En qué lugar? Donde el vagón se rompe, lejos de tus dos ojos que han mentido. Alejada de Dios, que sin ser tuya pisoteada por mil, como un repudio, la tristeza redonda en arandela querrá romperse como una quimera. Y es por permanecer así humillada por lo que el trajinar convierte en alas el destino final de desterrada… Rosa mustia de espinas despojada. Pero se queda en mí tanta palabra: demencia de perderme, siempre extraña. ©Leibi Ng

Algunas de las Antologías en las que aparece mi poesía

 

Era que no

  Era que no quería inesperadamente un hado se posó en medio de los labios. Silencio inexplicable pendiente de un misterio el mundo suspendido al paso de un segundo y tu mirada en mí y mi alma dentro tuyo. Adormecida Cual resignada lluvia no hay nada que ofrecer en resistencia sí una pausada tregua mientras tanto Vendrá la aurora para recuperar la voluntad perdida ese instante indomable que controlas y serás nuevamente tú, la única, la autora original fiel a ti misma. Todo será recuerdo y aguacero. ©Leibi Ng