. Cuando todo comenzó ya tú pensabas en juego. Noches interminables como papel en blanco borrándonos el sueño. Ocultando los miedos el vacío y el dolor tu presencia fue constante hasta que oscureció. Desde que esto comenzó fue una angustia demencial de titubeos narrados, y de encuentros frustrados. Y cada noche sentía la urgencia de escapar a mi refugio de libros y soledad. La insistencia irracional de lo que no puede ser de Dios y el Diablo a la vez. Hoy me pongo por final una elección radical: o las tinieblas o la luz. Desde que esto comenzó era un juego para ti: yo tan sólo era una más un truco de seducción. Terror de permanecer ante el abismo profundo equivocar el aroma llamarme con otro nombre. Ahora me encuentro cansada de repetir el error los amores de dos aguas no me sirven, no me van. Veo tu rostro en esta estancia con ojos sin soluciones quiero que te marches ya pues nunca has estado aquí. Trata sólo de entender que jamás podrás tener este amor entero. Tú no decides, yo sí. e