ya tú pensabas en juego.
Noches interminables
como papel en blanco
borrándonos el sueño.
Ocultando los miedos
el vacío y el dolor
tu presencia fue constante
hasta que oscureció.
Desde que esto comenzó
fue una angustia demencial
de titubeos narrados,
y de encuentros frustrados.
Y cada noche
sentía la urgencia
de escapar a mi refugio
de libros y soledad.
La insistencia irracional
de lo que no puede ser
de Dios y el Diablo a la vez.
Hoy me pongo por final
una elección radical:
o las tinieblas o la luz.
Desde que esto comenzó
era un juego para ti:
yo tan sólo era una más
un truco de seducción.
Terror de permanecer
ante el abismo profundo
equivocar el aroma
llamarme con otro nombre.
Ahora me encuentro cansada
de repetir el error
los amores de dos aguas
no me sirven, no me van.
Veo tu rostro en esta estancia
con ojos sin soluciones
quiero que te marches ya
pues nunca has estado aquí.
Trata sólo de entender
que jamás podrás tener
este amor entero.
Tú no decides, yo sí.
estás preso en tu confort
pero tienes que asumir
o Dios o el Diablo.
©Leibi Ng
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