Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2010

La quinta

Yo amé a Parménides por quinta vez. Hice viajar mi mente en sus proemios y deslicé la mano entre sus rizos tibios: quedé varada entre el ente y las apariencias en medio del ágora marmóreo. Yo degasté mis sandalias de piel de cervatillo recorriendo el sendero de sus palabras. Estiré el cuello tratando de entender los aforismos surgidos de su voz: no hubo mayor empeño en todo el Hélade. Transité por la resplandeciente arena del desierto sorbiendo el rocío de sus labios; llegué a pensar que era verdad real su cabeza yaciendo a mi costado. Navegamos el río donde Heráclito se vio dos veces en la transparencia y coincidimos en el mismo puerto antes del quinto encuentro. Yo amé por quinta vez la idea pero una cosa es ser y otra lo etéreo me encontré en la oscura madrugada sorbiendo sales de mi propio cuerpo Yo amé por una vez ahora me acuerdo. © Leibi Ng

Turgente, acuática, firme...

https://yourwisdomjourney.com/Workshops.html Turgente, acuática, firme... ...desbordada, Soy la vida que se erige en oleadas Soy el clima imbatible ante la muerte Soy la fuerza de la espera finalizada. No me nombres Soy el tiempo, génesis y síntesis Soy la crónica de los hechos que no narras En mí se descubrió el verbo y la palabra cantada. Yo te beso y en mi luz se desparraman madrugadas de suspiros encendidos como cocuyos de lava. Y si emerjo, de dos lunas brotando: sangre y agua, miel y leche en abundancia No me temas Dunas nuevas moldeadas son la dicha y el placer Amado, sólo tú puedes traerme la albahaca, manojos de yerbabuena y romero bautizados de rocío. Yo te espero cobijando en mis pestañas la ternura de mi vientre habitado por sonrisas y alboradas. © Leibi Ng

Cuadriga

Mi alegría, mi llanto, mi vida... Apreso dos tiempos: Uno en que yo misma me encontré escuchando el Universo Otro en que tus letras se hicieron bolero. Hoy siento lo mismo que en aquella tarde: pulso disparado y el júbilo de la sorpresa, mi árbol ilumina la estancia dormida. Un árbol de vida verde, azul, turquesa, un murano frágil de belleza nueva lo más cerca tuyo el amor certero que cruzaba el cielo volaba sobre un mar en calma sonreía como una gaviota abría sus alas con su envergadura como carta blanca como la esperanza aromatizaba mis noches despierta No hacía falta lumbre, ardían tus palabras No me alimentaba, de ti estaba llena No había nada, que me hiciera falta Ni la vulgar vida me amarraba al suelo La cuadriga vino, piafó en mis aceras robustos, briosos, corcovearon vivos se inundó la calle con firmes relinchos me monté a la grupa, me comí el desierto... Pero volvió el ruido mi interior de nuevo se llenó de objetos nadé entre cacharros, estiércol, culebras... oscura la senda,

Tú llegabas, yo me iba

Llegabas... http://perso.wanadoo.es/al.59/images/Ofelias/2000%20()%20-%20Ophelia.jpg ...me marchaba... Fue un cruce de miradas en el péndulo quieto de un segundo ignorado por dos