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Mostrando entradas de febrero, 2017

Vampiros

En el atardecer cuando su aguijón clavan del oscuro rincón o espiral larga asiste la vorágine asesina bocanada feroz de muerte o vida. Vampiros sin Señor siempre sin almas escuchan el fervor de los avernos surgiendo dos a dos tal vez en triada tinieblas en la gruta desvelada. ¿Qué más les puedo dar? Mi piel hoyada los glóbulos bermejos y calientes la mísera ración más sedentaria de quien trata de usar su fiel cabeza y no el resto del armazón destelengado ¡Ay, de mí que no encuentro estaca o bala argenta y sólo puedo imaginar un corazón atravesado!. ©Leibi Ng

OVACIÓN

Te llamé hermana y apreté tus manos largas. Sentí la admiración por tu cultura, trayectoria de besos, partituras... Te sentí alta en el trono invisible del poder que sólo dan los años, don de gente capaz de aglutinar en lo incorpóreo la belleza del arte en libertad. Te llamé hermana y vi unos ojos tristes y cansados y allí en segundo plano, la belleza pasada aún deslumbrante. Miles de halagos fieles y tu cordialidad. Cientos de seguidores para tu ingenio vivo. Y un garbo así intuido donde lo cuántico traduce encuentros nuevos apenas registrados. Te llamé hermana y supe de la pasión del Arte y del deseo humano que siempre es su motor. Te vi con ojos de alma y creciente estupor. Diamante y sus destellos, el sol y su fulgor... La vida es escenario actores a granel, a veces se nos llama para ser solistas y entonces se ilumina todo el ser en un instante de rápido esplendor. Luego, cuando el telón cae, regresamos al suelo retumbando aún el eco del clamor, los aplausos, los vítores y bravos d