Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2019

Sueños

Hizo explosión la noche cuando cambió el "te quiero" por un justo "te amo" a cuerpo entero. En lugar de una sábana, ternura silueteó nuestros dos cuerpos. Pero las alimañas del recuerdo jugaban en la lámpara trapecio en un cortocircuito cual montaje de Alfred Hitchcock Motel Bates en cortina de cieno. Cerramos cuatro ojos inconscientes de penetrar acuerdos y un filo de puñal cercenó nuestro miedo. ©Leibi Ng

Herida mortal

Parecía un venado adornada en las sienes con flores y hojas… Parecía una novia echando flores al agua Parecía feliz esperando a mi amado… Y era él quien hacía círculos en el agua quien divertido escalaba torres o cruzaba lagos para que lo viera me riera y lo aplaudiera pero me daba miedo que se lastimara. ¡No chilles! —me advertía. «Las mujeres lo dañan». Vivíamos felices ignorando señales de muerte Queríamos estar juntos y juntos nos quedamos hasta que se hizo noche y me hirió un cazador. Al suelo mis guirnaldas la sangre se hizo alfombra y me llevé conmigo las perlas de sus lágrimas. ©Leibi Ng

Es mejor para ti

                      Espero que vivas cantando. Los años se convierten en cortinas  leves, casi caricias ondulando. Esta noche he cruzado de nuevo por el parque. Yo, vital, con barquilla, lamiendo aquel helado y el artista que mira  y admira a la muchacha, m e siguió enamorado . En una noche hablamos del mundo y sus problemas, de aquí, del ahora, del mañana, quizás… Unas horas y todo parecía encajar. Al otro día cenamos, después de ir al cine. Debo haber confesado todo de mi pasado mas ¿qué pecado hay en una muchacha triste  que no sabe volar? Decliné sus destellos. Él estaba muy claro y yo era un cuarto oscuro. Hay cosas que en la vida no se deben mezclar. ©Leibi Ng