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Yo misma. Soneto

Botero Yo misma Al amor que me ofrece en lejanía el giro cauteloso de su ofrenda le digo que soy mucho más propensa a guardar los tesoros de la vida. Caricias y palabras lisonjeras se pierden en la historia de mi oído y antes muchos han querido yacer cerca de mí como el ave del nido. Sueña dentro de mí una fe tan ciega tan llena de certezas y osadías que hay algo inmaterial en la materia que convierte lo incierto en cosa mía. Brota el amor por cada poro, brío porque es la pura vida que me alerta. © Leibi Ng. Antología de Sonetos Dominicanos Siglo XXI . Ramón Saba (Compilador). P. 50. Taller de Sonetos.

He borrado tu foto

Al contrario del fértil apego con que acuné recuerdos de otro amor, contigo no he querido ese fermento inútil de emociones infladas. Curada de ilusiones ya no creo en las simples palabras. Graduada de las pérdidas del alma, callada y reservada, no puse a hervir mi sangre ni agregué adrenalina ¿para qué? Probé. Perdí. Partí. Al contrario de ayer, mis dados recogi. Puse la cara hacia otra geografía donde tu acento no llegue a mis oídos. Sin rostro, sin nombre y sin amor es que no existes más. Me gané mi descanso y mi victoria será no recordarte. Reflejo al que recurro en protección para no seguir siendo la que siempre ama cuando es cosa de dos. Mi corazón maltrecho sabe que mi vida, de cobardes ya tuvo bastante. ©Leibi Ng

Paranoia

Tú me convidas a defender la Patria pero has llamado tantas veces: "¡Lobo!" que entre los riscos perdiste mi confianza. Una conjura hecha por naciones que necesitan "corregir" el rumbo de las Antillas y un par de zonas pobres ¿perderán su tiempo amenazando un terruño asfixiado por tapones? Nos invaden de a poquito y roban el trabajo, el pan, gasas y alcoholes como conejos nacen los negritos piden y ensucian, acechan y roban... ¿Y tú lo dices, que pares en USA? ¡Tú que en Vicálvaro alquilaste casa! Recuerdo el cuento de los dos labriegos que al campo salen y uno pierde el hacha; como ladrón empieza a ver al otro, con toda consecuencia y toda maña; pero resulta que entre la maleza el instrumento simplemente estaba y no hubo forma de olvidar el hecho quedando la confianza destrozada. Ojalá que un ciclón devuelva el seso a tanta paranoia desatada, que nos una de nuevo en el trabajo de levantar la Patria enamorada, sin importar ninguna cosa otra, -tanto de acá o de allá

Daul Kim, pequeña hermana

Daul Kim d http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/20/cultura/1258757413.html a Pequeña hermana, tu saludo para siempre me acompaña. ¡Cuánta separación hay en tu ausencia! ¡Cuán profunda tristeza! Veintidós años, lujo y glamour, materialmente ahíta pero cuánta desolación en tu apartamento de París desamoblado de amor y de ternura, de risas, alegría y entusiasmo. Pequeña hermana, ¿cómo se te perdió el rastro del hogar? ¿Qué tan lejos pudo conducirte la vanidad hasta olvidar el aroma cálido de papá y mamá? Unos años bastaron para deshidratarte la juventud y convertirte en anciana con un espíritu vacío y cansado, cansado, cansado... Hoy en América, Europa, Asia... y vuelta a empezar para no llegar a ningún lado. Trapos, trucos, maquillaje, fragancias etéreas y momentáneas, cócteles, pases, modas, gente, contratos, agentes... won, dolar, yen, tarjetas de crédito  (JCB ,VISA, MASTER, AMEX, DINERS, LOTTE). Marcas, marcas, marcas en tus iris, marcas en tu alma, marcas en tu cuello delicado y fr

Tus frágiles cartas

Como un antídoto a mi desconsuelo, esperaba tus cartas con denuedo; un trago de la aurora, escritos eran, un buen remedio que de angustias y celos indefectiblemente me salvaban. Y me iba en soledad misiva en mano sonámbula, frugal, casi fantasma, sin otra meta que dormirme en vida, sin más misión: que tú me despertaras para morir de amor, a saltos de ojos y envuelta con tu esquela en las pestañas, de ilusión revivir letra por letra impreso en esta mente y en el alma un siempre tú y yo entretejido en tus cartas. ©Leibi Ng

Elsa Bornemann, con eterno agradecimiento

Elsa Bornemann. Fotografía de el diario Clarín. Ella puso palabras y escribió ilusionada de células que crecen y manitas lavadas. Se metía en las historias de grandes elefantes con reyes de años verdes y miedos aterrantes. Ella habló de los chicos que están enamorados y su luna preciosa se posó en muchos patios. Jugó con los fantasmas, delfines y los gatos; de su  mano surgieron dunas, playas, retratos... un Bruno hecho gigante y una mujer enana -que no me gusta nada-. Elsa, argentina, plena, de duendes rodeada diste a la narrativa razón, pasión y ganas, dimensión hacia el hombre de una raza nombrada: Ser niño no es ser tonto, ser niño es tener alas. ©Leibi Ng

Muero de amor

Perrault_Leon_Jean_Basile_Cupids_Arrows Muero de amor y sigo tan contenta que en mi mortaja versos se acotejan como si fuese vida y no truncase el árbol vivo de mis sentimientos. Mi razonar volcase en este intento de escapar de Cupido, fiel arquero firme perseguidor, por demás fiero capaz de atinar ciego, tan certero. Consejo, total, que todo mortal se guarezca infeliz de dicho mal y porque siempre da mal resultado que resulta mejor quedar herido pues vida da al morir en desafío y al final no se salva ningún vivo. ©Leibi Ng