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INMOLACIÓN

Con esta vocación de mártir me encuentro por la vida maltratada obligada a pasar al bando contrario oculta la misión de ser humana fervorosa y pasional criatura consumida en la llama de la otra mitad. Me enfrento al blanco disfrazada de negro; tiño al negro con matices de blanco… Mi alborada y mi noche se funden en mi pubis y no penetra luz donde la carne luce sus rojos pasionales. No hay pasaporte rojo o negro para esta identidad atravesada por este gran amor que me ha quebrado en pedazos de acero y pan trocados: hirientes y nutricios al mismo tiempo. Debo enroscar la serpiente que repta mientras galopa el potro de la misión que oculto. Pisar como elefante cuando miento y ocultarme en las sombras como un cuervo para borrar las huellas de la inmolación. Ahora te echo en los brazos de mis enemigos disfrazado el dolor en cruel indiferencia mientras siento que mil dagas de hierro se hunden en mis carnes divididas. Tarde comprenderás que eras mi Patria, y mis secretos sólo te protegieron.

TEATRO

Preparada locación lágrimas hay en tus ojos no hace falta la actuación sé que estudiaste teatro. Engañador tu papel ganaste mi devoción creyéndome que eras Dios ciega hice todo por ti. La certeza de tu amor falso, mentiroso y cruel fue dolor el descubrir: representas un papel. Ensayado, dominado actuado una y otra vez, en horas de madrugada con público vulnerable: mujeres, primero madres. Todos los premios del drama para una víctima falsa verdugo de capa blanca sádico, tenaz llorón… Hasta que cae el telón y aprendo que eres actor en proscenio viejo y sabio; sin orquesta, apuntador. Ayudado por la esclava repitiendo el estribillo conquistas, matas y escapas. De premio tu simulacro. Tras la máscara, no hay nada. Busca otro público ahora no encuentro arte en tu acción se te olvidó el parlamento. Eres fracaso total aunque tú sigas diciendo que en mí reencarnó Medea El Padrino, aquí eres tú. ©Leibi Ng

POSICIÓN FETAL

En la preñez del tiempo entré al jardín sonoro donde orina Cupido la melodía del fauno. De aquel paño de seda con aroma de ninfa encarnaron las flores del imposible amor. Doblada su mirada obscura de designios brillan en sus pupilas siluetas de origami pero ellas no eran luz. Entonces entré al pozo detrás de lo absoluto pero estaba hechizada. Bajé hasta lo profundo sin linterna, sin alas… Con los ojos abiertos a tientas, sin ver nada... El anciano sin párpados, dragones en la espalda que fuego suspiraban, puso en mí la templanza. Su mudez descifraba. Nadé sin haber agua. Palpé cada ladrillo con uñas desgarradas. Mis ojos le presté y hubo una luz robada. Denso, espeso, asfixiante el recuerdo me ahogaba… Desperté en mi lugar al jazmín abrazada, una sola, mas no: Única acompañada. Ahora sí puedo ver con los ojos del alma. ©Leibi Ng

7 MINUTOS

Ya nunca más despertarás conmigo ni la luz de la mañana acompañará tu desayuno Bajo un cielo gris desandarás tus pasos de peregrino mientras yo mojaré mis pies con olas del Caribe sin escribir tu nombre nunca más sobre la arena ni en los troncos anillados de las palmeras a fuerza de incisiones. Probablemente entrarás y saldrás de los centros comerciales acompañando a otros, pero la mercancía ya no te dirá nada porque era a mí a quien regalabas presumiendo de la amada que te esperaba en casa. Los otros buscarán regalos para sus esposas y tú no tendrás más que un perro amarrado en el patio. Tus hijos de vez en cuando traerán a tus nietos y harás el payaso para hacerlos reír pero igual que Pierrot, tus lágrimas serán cristales puntiagudos que laceran por dentro, como me pasa a mí. Y en las bodas, seguirás impresionando a las solteras a fuerza de chistes forzados y fotografías piadosas. Acaso harás el sexo Acaso te aliviarás 7 minutos para retornar a mi espera. ©Leibi Ng

¿POR QUÉ MADRUGO LOS SÁBADOS?

No pueden ser los gallos, ni los repartidores. Será que el gato busca su comida que se ha quedado varado en el cerezo y gime lastimero para que alguien quite al perro de su vía. Será que las metáforas simples me duelen en la médula. O es este olor a madrugada que respiro sin obedecer al sueño. ¡Tanto suceso junto en otra dimensión de la que vengo y tengo que escapar irresponsable para no completar el hecho! Los ojos del gato resplandecen su misterio pero mi mirada se pierde en la oscuridad del patio y me quedo sin saber qué es lo que me despierta en el derroche de silencio. ©Leibi Ng

Estallará la primavera

Solo el letargo de las estaciones hace que sientas las huellas de la espera ruegas por dentro para que algo ocurra y hay mil procesos cercando tu silueta Áspid de lengua bífida seno que late acompasado y terso el aroma de pinos oculta la fuerza de la aguja certera que atraviesa la piel con gran fiereza. Nadie tiene la culpa es la naturaleza tus pasos son extraños aplastan vida y planes detienen hechos en la línea del tiempo y ya es inexorable el estallido cierto de nuestra primavera. ©Leibi Ng

NO EN MI MURO

No he vuelto a entrar al sitio preferido, ese que sin palabras aparecía simultáneo en nuestros muros. Hay emociones que es mejor dejar guardadas y así no quitar la costra que empieza a cerrar la cicatriz. Sé que se tarda en olvidar el amor de una vía. Siento sus latidos aún en carne viva Esa luz que entra a cierta hora. yo la debo encontrar en otras puertas. Creo que he logrado emerger de este naufragio: mi pensamiento es mío nuevamente Ahora hay una almohada apoyando mi cabeza y en algún lugar perdido está su compañera. Empiezo a tumbar uno de cada adorno que en pareja aconseja el feng shui. Nada queda por hacer. Todo está dicho. Hay emociones que es mejor dejar guardadas No bien he salido de su vida y ya tenía sustituta ¡Es tan frágil el juramento de un hombre ebrio! Las farolas se apagan a mi paso. cruzando el parque tan conocido aún siento su mano sosteniéndome, aún está el abrazo como abrigo... Pero es mejor dejar las emociones guardadas y no sentir, al menos por un tiempo, porque