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Mostrando entradas de junio, 2011

Despilfarro

Porque no tengo casa, ni tierra ni sombrero, paseo con la levedad de ir por delante. Los amigos los pierdo si comprueban que no tendrán conmigo más que aromas e instantes. Terminarán girando sus índices en sienes dictaminando que soy el despilfarro  de la vida, la luz, la palabra y los sueños. Que yo me doy entera o dividida para todos porque entregando es como se recibe la llave que hace libres mis dos alas. © Leibi Ng De la imagen:  http://nohaycomolodeuno.blogspot.com/2010/11/corteza-7.html

Te invoco como a un mantra

En el horóscopo chino, soy caballo. Me enamoro de causas imposibles tal vez porque siempre quiero ser  LIBRE. NO SE ME VA TU NOMBRE no se quita, no hay forma de borrarlo o desterrarlo. Se ha clavado en las sienes como historia incestuosa o de morbo -que es la que permanece-. Tenaz en la costumbre, regurgita y sabe tanto a ti como tu aroma. Por eso las paredes se sorprenden cuando miro a los lados buscando como loca tu persona. Te quiero vomitar y no consigo la arcada que te expulse de un buen chorro. Mira que yo me afano en extraerte pero te hundes aún más como el secreto que un día me confiaste. Como la sangre coagulada en una herida abierta no cesa la hemorragia de tus letras y no me vale nada estrangularlas separarlas por sílabas, taparlas... Llegué incluso a colgarte, cual pañuelo después de echarte un frasco de lejía y fue tal el arraigo de tu nombre que terminé más pálida que un lirio: blanca yo cual fantasma; firme tú en negativo. Otra vez te escribí mil veces, destrozando el pa

Desolada

Andreea Anghel CIGARO En esta antología que se quiebra, ensarto las palabras que no anidan,  escupo una por una las distancias  que sangran por la herida  de cualquier piel emana roja  y densa corre hacia el centro de gravedad del alma  pretende remojar su origen  sabiendo que la caída es perpetua  e imperfecta  solemne soporta la crueldad de los enmarcados  decorando la tristeza con la inmovilidad  de los mosaicos  sin sorpresa abre los ojos a la suerte  del alma en pena que habita en los retratos  sabe que no vendrá  la casa entera es propiedad del llanto  y devora sus lágrimas cubriéndola de polvo,  no de estrellas ni de motas de Cosmos,  sino de angustia y gris,  resignación y pena amueblada  víctima de su afán por perpetuar la especie  se sienta en el umbral  a ver si el hambre de lo desahabitado  la deja un día más con vida. ©LEIBI NG