Las jardineras del Barrio Chino
Las jardineras del Barrio Chino
no tienen flores, plantas deseadas,
ni enredaderas, ningún trifolium,
ni una matica, ni una albahaca.
En ellas crecen diarios, cartones...
sólidos, aguas, vidrios, bidones...
puede que nazcan después de un tiempo
sopas, refrescos, algún picapollo.
Las jardineras del Barrio Chino
sin ser sombrillas regalan sombras
son el banquito de los cansados
el muro estrecho del desganado.
Poyo sin cetro, trono alcanzable.
Las jardineras del Barrio Chino
guardan las letras de lo pagado
facturas rotas, rosas, azules
frágiles, mustias, sueños frustrados.
Las jardineras del Barrio Chino
en vez de flores ofrecen hombres.
Tal vez el árbol que ellas contiene
se robe el alma del visitante*.
Las jardineras del Barrio Chino
no sé que tienen que me entristecen.
Yo a veces siento que por las noches
entre silencios, claman y llaman.
* Existe una leyenda en Indonesia sobre el extremo aroma del
Ylang-Ylang (odorata de Cananga), y la sustracción del espíritu a través de la aspiración.
http://www.depression-guide.com/lang/es/ylang-ylang.htm
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