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Jardín Zen

Capitán, mi capitán
haz logrado mi devoción
sin cuestionarte
acato las órdenes que fluyen de tus labios
antes que la saliva retorne hacia tu lengua.
Con premura
oculto la incertidumbre de mis pupilas
sublevadas en busca de razón.

Hoy, mi kimono a tu costado
mi prendedor en tu mano
mi rosa en el ojal de tu uniforme
para representar a la nueva Madama Butterfly
que derrama lágrimas rojas sobre la seda.

Oh, capitán
do not leave me
el silencio ronda la piedra
tan breve del instante
en que me adueño de tu corazón
y devela la calma después del amor
de madrugada.

Oh, capitán, oriundo del silencio
como el beso del viento,
you make me live and die,
saeta que resplandece atravesada
en esta luz que rasga las tinieblas.

Capitán, tú marchas y me dejas quieta
para que el tiempo pase sobre mí
marcando dunas.

©Leibi Ng

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