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Para escribir un poema...

Eric Lacombe


Basta elegir una imagen almacenada en la mente.
Empezar a describir lo que el creador regurgita
puede resultar dinámico si la prisa nos excita.

Hace un tiempo que mis ojos
dominan este proceso:
donde hay luz, pone penumbra;
donde Universo, morada.

Una vocación de olvido
me surge por la mirada.
Desprendimiento o alud,
carrera hacia la muralla.
Improviso. Las ideas
se enamoran entre ellas.
Algunas se quedan solas,
otras, forman la pareja.

¿No todos observan la vida
con los ojos que yo empleo?

¡Qué raro es esto de ver
que depende del color
de unos cristales suplentes!

Cuando me arranque los ojos
con que visualizo todo
será entonces verdadero
haré el visionado cierto,
y el Alma, envuelta en crisálida,
surgirá diestra y tan diáfana.

Mientras tanto me distraigo
jugando a que diosa soy
y que con solo las palabras
le doy forma a la emoción.

©Leibi NG



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