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Vibrato


No sé qué mano causa esta vibrante
ondulación que me atraviesa en notas.
Sonido intenso que al Edén me lleva.
Saca de mis gemidos variaciones plenas
como de quien se ahoga o se condena;
moribunda que sobrevive a duras penas
al hecho cotidiano y la marea.

Échame cuerda tensa en esta música
que a mis oídos llega.

Haz voluntad de quien se ha vuelto sierva.
Déjame vivir como Isadora: danzando al aire
con los pies de arena, surcando el jardín Zen.
Tócame sin parar y haz que tus ondas
lleven mi chi, mi ki, mi neuman,
(el prana que me vibra)
donde hay luz,
en el lugar que la belleza habita.

Armonía in crescendo que en mis pies comienza,
se intensifica en su expresión y vuelve
a la quietud de la muerte pequeña.

© Leibi Ng

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