Ir al contenido principal

El asesino de Versace

Gianni Versace rodeado de sus modelos


«Hacia mi sombra vuelvo
retorno a mi naufragio.»
Alí Chumacero

Estoy solo y soy yo
con la violencia en vena,
con la conciencia enferma
con los dientes mordiendo
lo que yo creo desprecio
y es solo un gesto ajeno
a mi desolación.

«Quien no trabaja
no come», me han debido de enseñar;
pero sólo he aprendido
a engañar, a engatusar.

Soy hermoso, soy encanto
y me regalo al azar.
Sin nada que dar, no valgo.
Sin nada que dar
¿quién me querrá acompañar?
Pago cenas, doy regalos
con lo que otros me dan.

Soy especial, yo soy único
con mi molde nadie más.
Busco hombres como templos
que me puedan financiar.
No soy chapero cualquiera,
mis gustos a lo alto van.

Lo quiero todo y de prisa
no nací para esperar.
Abusador y tramposo
me drogo para soñar.

Encuentro quien me mantenga
¡pero me merezco más!
Si no me dan lo que quiero
soy capaz de matar.

Mi desprecio por el mundo
es tan grande, tan real
que sé que me están buscando
y doy la cara total.

¡Maldito mundo embustero
no me das lo que merezco,
por eso voy a matar!

Pensamiento circular
con entramado en lo arcaico.
Deformadas las ideas
tengo obsesiones de dios
En grises ondulaciones
no hay espejos, solo yo.

La rabia, pájaro cruento
me retuerce de dolor
yo voy a ninguna parte
porque acorralado estoy.

¡Mundo, me lo debes todo
y te lo voy a cobrar!

©Leibi Ng
Después de saber de un camaleón de cuyo nombre no quiero acordarme.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SIEMPRE EXTRAÑA

A J. que ama demasiado Olvídame en el Metro como a un libro. No permitas que nadie me devuelva. ¿En qué lugar? Donde el vagón se rompe, lejos de tus dos ojos que han mentido. Alejada de Dios, que sin ser tuya pisoteada por mil, como un repudio, la tristeza redonda en arandela querrá romperse como una quimera. Y es por permanecer así humillada por lo que el trajinar convierte en alas el destino final de desterrada… Rosa mustia de espinas despojada. Pero se queda en mí tanta palabra: demencia de perderme, siempre extraña. ©Leibi Ng

La deseada

Ella dice que no, que mejor sola pero su cuerpo habla y otra cosa pregona. Su espejo la disfraza, no se ve como es. Una sensual consciente con poros anhelantes y la vida latiendo temiendo en el secreto la sequedad que avanza.. Se muestra cada día como se le permite; aparentando dicha o un júbilo discreto. Exhibe mil sonrisas y apertura a la vida pero yo sé que adentro hay lágrimas sepultas. Cada imagen reafirma su soledad brillante cada verso, su angustia sofocada y distante Penélope o Medusa en ella se acorralan ni admite ni confirma ni cede ni reclama. Cada curva lasciva es un beso no dado Los cabellos, los labios, los ojos, las orejas... El pecho se despliega, doble página abierta. Todo en ella es entrega: -Mírame, soy la fruta deliciosa que anhelas. Presta estoy a tu abrazo. Me muero por ser tuya. Y así pasan los días, con su contradicción. Es "perfecta" da charlas, enseña a ser feliz. Y cual Pierrot oculto en un hogar desierto se muere por vivir. ©Leibi Ng

Era que no

  Era que no quería inesperadamente un hado se posó en medio de los labios. Silencio inexplicable pendiente de un misterio el mundo suspendido al paso de un segundo y tu mirada en mí y mi alma dentro tuyo. Adormecida Cual resignada lluvia no hay nada que ofrecer en resistencia sí una pausada tregua mientras tanto Vendrá la aurora para recuperar la voluntad perdida ese instante indomable que controlas y serás nuevamente tú, la única, la autora original fiel a ti misma. Todo será recuerdo y aguacero. ©Leibi Ng