Ir al contenido principal

PANDEMIA

 

Furini. Cabeza de mujer

«Viviremos dentro de los límites y moriremos dentro de la

         inmortalidad

¿no es injusto?

Viviremos gozando la inmortalidad y moriremos dentro de los

límites.

HORIZONTE. Choi Seung-Ho. Autobiografía del hielo


PANDEMIA

Desde el fondo

donde descender ya no puedes

la tristeza domada y los latidos detenidos

esperando un solo signo

un peldaño de ascenso en la remonta

para escapar de todos los lamentos

la insuperada herida

el dolor que no cesa

la confianza dispersa y la desesperanza.

Sobrevives por su Alta Gracia

a pruebas de silencio y abstención

con la penitencia del tiempo detenido y el mañana en penumbras.

Y sin embargo,

lo divino te absuelve.

La fuerza misteriosa que cohesiona trozos deshechos

la brisa que mueve las ramas en las copas de los árboles

el vuelo de las mariposas y el polvo de sus alas

la luz de las luciérnagas y la sed de atraparlas

la dulzura de la miel en la punta de la lengua

y el aroma de las flores en la nariz

junto al áspero desgarramiento de las cortezas de las palmas reales.

Lo viril y lo indefenso en lucha de contrarios

los huesos y la piel por todo el cuerpo

dispuestos a no ceder ni una célula

hasta la hora designada

Hablo de respirar nueva vez

y dejar que los rayos del sol te atraviesen sin cortarte.

©Wu Lei Mi

Comentarios

Entradas populares de este blog

SIEMPRE EXTRAÑA

A J. que ama demasiado Olvídame en el Metro como a un libro. No permitas que nadie me devuelva. ¿En qué lugar? Donde el vagón se rompe, lejos de tus dos ojos que han mentido. Alejada de Dios, que sin ser tuya pisoteada por mil, como un repudio, la tristeza redonda en arandela querrá romperse como una quimera. Y es por permanecer así humillada por lo que el trajinar convierte en alas el destino final de desterrada… Rosa mustia de espinas despojada. Pero se queda en mí tanta palabra: demencia de perderme, siempre extraña. ©Leibi Ng

La deseada

Ella dice que no, que mejor sola pero su cuerpo habla y otra cosa pregona. Su espejo la disfraza, no se ve como es. Una sensual consciente con poros anhelantes y la vida latiendo temiendo en el secreto la sequedad que avanza.. Se muestra cada día como se le permite; aparentando dicha o un júbilo discreto. Exhibe mil sonrisas y apertura a la vida pero yo sé que adentro hay lágrimas sepultas. Cada imagen reafirma su soledad brillante cada verso, su angustia sofocada y distante Penélope o Medusa en ella se acorralan ni admite ni confirma ni cede ni reclama. Cada curva lasciva es un beso no dado Los cabellos, los labios, los ojos, las orejas... El pecho se despliega, doble página abierta. Todo en ella es entrega: -Mírame, soy la fruta deliciosa que anhelas. Presta estoy a tu abrazo. Me muero por ser tuya. Y así pasan los días, con su contradicción. Es "perfecta" da charlas, enseña a ser feliz. Y cual Pierrot oculto en un hogar desierto se muere por vivir. ©Leibi Ng

Era que no

  Era que no quería inesperadamente un hado se posó en medio de los labios. Silencio inexplicable pendiente de un misterio el mundo suspendido al paso de un segundo y tu mirada en mí y mi alma dentro tuyo. Adormecida Cual resignada lluvia no hay nada que ofrecer en resistencia sí una pausada tregua mientras tanto Vendrá la aurora para recuperar la voluntad perdida ese instante indomable que controlas y serás nuevamente tú, la única, la autora original fiel a ti misma. Todo será recuerdo y aguacero. ©Leibi Ng