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Piedra angular

Y a menudo PADRE es el momento de tu partida el de la comprensión vida a la vida genes y misterio sobre un cuerpo habitado por un rastro irreemplazable de lo eterno. Y a menudo PADRE, las piedras del entendimiento no calzan como ladrillos en el ADN del desconcierto. Segura de que somos electores de la continuidad el mapa de los resentimientos se va convirtiendo en luces del tiempo como frutos destinados a caer en la oscuridad, fuegos fatuos imaginados en la literatura fantástica,. Y es la cadena de eslabones turbios y recios, uniones oxidadas desprovistas de brillo. Llaves y cerraduras que no coinciden cuerpos parecidos pero diversos con almas milenarias que hacen filas en la interminable entidad de causas y efectos. . Deber y pagar es todo en el instante de conciencia que tus ojos vencidos retornan al lugar donde me esperas, reconciliada yo con la idea que me dejas creyendo que podré con esta piedra darle un ángulo a mi existencia que siempre se eleva y se destruye hasta que aprenda a

Poemas infantiles para regresar a clases

Canto de Patria Antes de entrar en el aula saludamos la nación. Con patrióticos versos yo canto en alta voz. En la escuela entera suena nuestro Himno. Felices y libres todos nos sentimos. Himno dominicano música celestial con tu hermosa melodía el pecho me haces vibrar. ©Leibi Ng Regreso a mi aula Ya va entrando agosto con su lluvia clara es tiempo, ya es tiempo de volver al aula. Desde mi pupitre miro la pizarra mi maestra escribe: "Qué hermosa es mi Patria". ©Leibi Ng Mi Bandera Azulita y roja me dice que sí. Ondeando en el viento, sonriéndome a mí. Es mi banderita tan dominicana mientras más se eleva más alto me llama. Y mi pecho abraza, como su Cruz Blanca, Ideario de Duarte, Patria y Libertad. ©Leibi Ng Mi mochila nueva Le saqué todito el relleno de papel. La etiqueta roja le quité también. Mi nueva mochila creo que "come libros" Yo le echo de todo, y ella diligente desde sus bolsillos sonríe clemente. Borra, lápiz, lapicero, cuadernos, regla y compás, en mi mo

Y yo no digo un reto.

Si un día pensaba que escribir era un antídoto, una fórmula para no morir de tedio y de dolor; ahora reafirmo que hay muchos culpables de que existan seres que no se dan permiso de amar el verso y de liberar el alma. No se permiten suspirar. ni soñar, ni anhelar porque alguien los reprime. No se permiten besar el rocío ni aspirar los perfumes del aire. En cada ser humano hay una jaula donde se aprisionan los versos. Primero son letras como fetos: deformes y no natas. Después el sentir y la vida les insuflan aguas como si fuese sangre y circulan despacio hasta ensancharse. Luego les nacen plumas y se expanden. A su tiempo llega una mirada, una voz, una caricia de manos anhelada... Entonces ese pájaro se aviva y aletea intranquilo en la jaula. Nada habrá de dormirlo ni aquietarlo sino el vino que traspasan otros labios. (Inclusos los del hijo o la hija deseados, o el fervor de la patria, la compasión tal vez...). De modo que hay un ave y una jaula. Un alma que se sabe inmortal y no se al

A cuenta y riesgo

A sabiendas, de que moja el agua, y la explosión calcina... un sonido de universo retorna sobre mis vísceras para que viaje a través de mi piel el oasis que apaga todas las esperas. Despierta el alma sedienta hambrienta de la llama infinita, descorre de nuevo el velo de la noche inmensa. Con los sentidos cerrados ante el peligro en la esquina, amanecen día tras día, los labios de besos presos rozando a letras la vida. A sabiendas, a personal cuenta y riesgo, la responsabilidad asumida, creeré con el corazón lo que el cerebro elimina. ©Leibi Ng

Apariencia

Ella piensa que yo fui más amada porque tengo el poder de exorcizar palabras. Que mi sonrisa es más. Que mi cuerpo gozó reales caricias. Que mi pasión colmó raseros de delicias… ¡Qué equivocada está! No sabe de mis lágrimas furtivas Ni de la amarga miel de esas sonrisas... que supe estoicamente soportar la racha de aquel feroz ciclón, salvaje, pertinaz, en la apariencia oculto y tras sonrisa. Hoy me da por pensar en las palmeras de esta tierra tan pródiga y fiestera que por la trama audaz de sus raíces soporta desafiante, estoica y firme el más fiero huracán, violento y triste. ©LEIBI NG

No tengas miedo

Francesca Woodman (Denver, Colorado, 3 de abril de 1958 -  Nueva York, Estado de Nueva York, 19 de enero de 1981 Tú meditas una a una las palabras yo quisiera sólo vomitarlas. Los siglos que me agobian entre reglas, la doble faz de la moneda: Está todo en las venas: el dolor de sentir en carne propia la tortura ajena. Saber que aquí  o en cualquier otro país, una hermana se quiebra como el lirio que se marchitó bajo el lastre demencial del miedo a este poder que tenemos entre las piernas. Si nos aman por la sumisión, nos repudian por la emancipación. Nos desposan por virginidad, nos expulsan por sensualidad. Nos veneran por maternidad, nos matan sólo por pensar. Si no es mucho pedir: Déjennos en paz. ©LEIBI NG

Tengo palabras para ti

Gracias Banco de Imágenes ;-) Tengo palabras para ti Sé que me miras como el jilguero casi inseguro, casi certero Yo disimulo porque es un arte no encadenarse. Pero sospecho que por ti siento el aroma viejo de lo inconcreto. No es nada nuevo. Tú tan galante correcto, amable... hablan tus ojos que no tu voz. Y en las llamadas, tan amistosas hay vino en copas,  brindis, un baile... Una nube rosa sobre los dos. Y en lo posible pasan los días los dos jugando a las escondidas Buscas pretextos (yo lo sospecho) y cada noche se enciende un eco de lo posible hacia lo concreto. © LEIBI NG