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Sui generis

De cara a los rumores (impotentes) no acepto la evidencia y dudo en forma pues la trama se engrosa si la mojan. Todo lo que escribí no fue biográfico más pedazos de mí se descalabran entre versos y frases, masa horneada que he cocido al vapor de mis humores. Un hilillo de sangre en comisura habla de mi atraganto, pero de amor me intoxiqué yo sola y mimetismo es lo que más me sobra. Del criminal, no quiero hablar pero del ruiseñor quiero saberlo todo que deleite es morir con sus primores. Será el ágil aletear del mirlo al clamor de la brisa en el bambú o el canto del agua en la cascada que salpica las patas de la alondra. Todo y más hasta embriagar porque lo que viví es cosa mía y allá tú si te crees lo que es falacia y allá yo, si me dan ganas de contarla. ©Leibi Ng

De la vez que exhibí artículos chinos y me robaron en la Benito

La caja de vestidos brillantes, presumidos y las manos golosas desnudas de honradez... La calle de ruidos adornadas evade los acuerdos sin que medie poesía Tener tienda, pretende quien no engorda al caballo en esta hacienda Paga el precio rememorando el vicio irresponsable tu buena voluntad no cambia el mundo y comprenderlo duele rompiendo la esperanza de un ser humano nuevo. ©Leibi Ng

HAY UN ÁNGEL MIRANDO

Casa vacía. Puerta cerrada. Nunca estoy sola. Nunca esperando. Duermo, despierto. Leo, me acuesto. Como, madrugo. Disfruto un concierto. Sola no. Cortina abajo. Casa en penumbras. Ventanas tuertas… Luces moribundas. Siento su alma o su existencia en este espacio alguien me observa… ¿Qué no ves nadie? Eso, no es cierto. Si tú te alejas me quedo quieta. Llega despacio y mi hombro besa… Respiro hondo y luego se aleja… Sola no. ¡Mi ángel espera! ☻  Leibi Ng (1966)

Y así las cosas...

así como de pronto uno ve la música, oye el color ... Roberto Juarroz Al fin la vida está hecha de humo. Uno invisible como suspiros. Bates el aire mago ingenuo que al probar suerte, nada entre la nada de un sueño despierto. Y así las cosas solo momentos, ratos felices que regresan solos; a veces llanto. Y se devuelven tal como vinieron. Yo de esta forma recuerdo el momento: así como de pronto uno ve la música, oye el color, empaña los espejos. Saboreo el tacto, susurro colores, o simplemente brindo a la vida un trago de tiempo. Puedo decir que vives en mi sangre y que de tanto traerte y saborearte sabes a sueño. Dulce recuerdo que al despertar deshace el universo. Leibi Ng

TERROR

Me he descubierto a mí, muerta de miedo. Mirando suspicaz al futuro muerto y me he visto ¡relámpago! de un manotazo azul, como de viento, nítida en el recuerdo. Yo que los dientes desgasté en la rabia, (intento de apretar lo que está suelto) al querer controlar -tubos adentro- tu poder sobre mí y mi desconcierto. Yo que prohibí a mi lengua pasear sobre tus letras. Yo que a mi mente construí una jaula… Yo que llené de piedra los cajones que me dejaste abiertos… Pero resulta que los más miedosos son siempre temerarios sin remedio. Que prepotentes, lo contienen todo como héroes y de inconstancia suelen morir de a poco. Ahora comprendo que este miedo, este terror cotidiano y fuerte, no es más que el pavor de perderte dos veces. Porque si llega el día en que tu nombre sea pronunciado como suena el tedio, como todas las cosas que son indiferentes, y nunca más estremezcas mi cuerpo, habré perdido, esta vez para siempre, la cumbre borrascosa en que te encierro. ©Leibi Ng

CONSUELO

Para cada lamento hay un consuelo. Para cada sollozo un sorbo de aire. Para un desesperado que aún espera hay en el color negro un cierto brillo un aura de esplendor casi invisible. La oscura madrugada que resiste el embate de bestias desquiciadas. Ni humo ni alcohol hay en la espada solo el filo implacable de la muerte. Cercenar al instante la amenaza patética pero implacable. Para cada lamento hay el consuelo de vencer o morir por lo que creo. ©Leibi Ng

Lo que quiero

Amentos soplados musicando el aire esparciendo estigmas desnudos de polen cortina de luces besos que te doy. Pender de unos labios como de un recuerdo extender el alma larga cual la piel mapa de mis sueños geografía del verbo mi país soñado mi aurora mi sed Sueltos en suspiros tiempo y pensamiento palpar una espalda sin rostro, sin voz hallar tu mirada ¡Eso quiero yo! ©Leibi Ng