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terminé sucumbiendo.
Deshojé crisantemos en un nervioso gesto
que pretendía de ausencia disfrazarse algo inquieto...
No lo digas a nadie
pero el cachorro tierno de mis siempre recuerdos
se niega a los barrotes de un olvido siniestro.
Por favor, no repitas
la endeble fortaleza de mi falsa firmeza
es que profundo en carne, agudas me penetran
agujas que me zurcen tu nombre al rojo vivo con una doble "E"
de "estúpida emotiva",
remiendo más que inútil
pues te me hundes muy adentro
como cenote hueco del agua de tus besos.
©Leibi NG
Hermoso , tierno , tristeza y ese final me gusta por la fuerza que le pone definitva. ...
ResponderEliminarremiendo más inútil
pues te me hundes muy adentro.
como cenote hueco del agua de tus besos.
Doris, muchas gracias. Es un honor que una autoridad como tú, profesora de literatura y crítica internacional poses tus ojos en mis versos. ¡Todo mi afecto!
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