Era que no quería
inesperadamente
un hado se posó
en medio de los labios.
Silencio inexplicable
pendiente de un misterio
el mundo suspendido
al paso de un segundo
y tu mirada en mí
y mi alma dentro tuyo.
Adormecida
Cual resignada lluvia
no hay nada que ofrecer
en resistencia
sí una pausada tregua
mientras tanto
Vendrá la aurora
para recuperar
la voluntad perdida
ese instante indomable
que controlas
y serás nuevamente
tú, la única,
la autora original
fiel a ti misma.
Todo será recuerdo
y aguacero.
©Leibi Ng
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