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Tu casa, mi casa

La casa que me diste por morada respiraba conmigo suspiraba. Se pobló de mi anhelo se decoró en mis ansias. En sus paredes, nombres en sus dinteles, tactos en sus ventanas, luces de Caribe y corales Me encontré -más de mí- en tu casa mi casa Sé que fui moradora en tu onírico entorno y me sigues mirando interior de tu Casa. La casa que construiste para mí se perdió en la distancia se perdieron los pájaros, el trino de sus cantos... los claveles, albahaca... cerraron sus ventanas y todo lo que queda es la puerta cerrada. ©Leibi Ng

Banderas

Sol poniente en cielo grana, buen tiempo por la mañana A mis montes les faltan tus dos manos labriego que amaneces, alborada en poniente sembrador de luz y de simientes. La tierra se acomoda con cada arremetida. rociada en tus sudores, se oxigena en jadeos, que transformas en brotes, germinales y nuevos en favorable clima. Soy la cierva que relame tu mano y asiste en el silencio como el terruño fértil para sembrar de azahares la noche perdida en tus pupilas. A mis montes les faltan tus banderas ondeando entre las nubes de luminoso blanco como cisnes muy altos que vuelan en pareja. ©Leibi Ng

Posesión

Aún resuena el rumor de sus palabras. Sin sonreír, sabía que recitaba un monólogo de frases halagadoras pero falsas. Por la mañana abandoné su lecho sin palabras. La marca se ha borrado -rictus de mis labios- por años invisible, frente a quien jamás pudo poseerme, y a quien yo no quise despojar de nada. © Leibi NG

Rayas y estrellas

"Lo bello no es más que el comienzo de lo terrible" Rainer M. Rilke (1875-1926) Adamanay, estás amenazada. Temerosa te ensanchas en un vaivén de olas. El ultra iluminado paisaje que reflejas en tus arenas blancas clama al cielo imprecando que suceda un stop. Tan calma, tan aislada, tan pequeñita y blanca isla que de gaviotas sueña ruidoso vuelo un picazo en tu playa simboliza el retorno de máquinas de fierro, taladros, grúas, cemento, metales y las voces de mando: idioma del imperio. ¿Regresar a esos días en que flotaba oronda la bandera de estrellas? Retornar en el tiempo cuando los gavilleros ofrecían resistencia para que en esta tierra no mandara invasor. ¿Cooperación le dices? ¿Me ayudarás constante y diligente? ¿Qué pedirás a cambio? Taladrarás mi vientre me girarás de espaldas evitarás mis ojos de tierra enamorada someterás mi lengua en silencio trabada sangrada a dentelladas porque ella es la que alaba. Me dejarás preñada mirando la alborada desde un muelle que estrena

Yo nací cigarra

No seré una hormiga, no seré una abeja, seré una cigarra  pateada, vituperada, siempre echada fuera. Cantando en verano, cantando en invierno no seré una hormiga no seré una abeja... Llevo entre mis venas canto que no cesa va montaña arriba, surca ríos y sierras se mete en las salas vuelve y sale de ellas suena entre los setos en la palma suena. No construyo casa no almaceno avena no acumulo trastos, ni caudal ni hacienda llevo en mí las riendas de mi vida plena. Canto porque siento que esa es mi  faena. Canto porque vivo, presiento, ergo sueño. Canto porque sueño, presiento, ergo vivo. Canto porque de todas las voces del mundo escucho la mía dentro mi cabeza. No seré una hormiga, jamás una abeja, elijo estar viva, no me tengas pena no me tengas pena no me tengas pena. © Leibi NG

Para escribir un poema...

Eric Lacombe Basta elegir una imagen almacenada en la mente. Empezar a describir lo que el creador regurgita puede resultar dinámico si la prisa nos excita. Hace un tiempo que mis ojos dominan este proceso: donde hay luz, pone penumbra; donde Universo, morada. Una vocación de olvido me surge por la mirada. Desprendimiento o alud, carrera hacia la muralla. Improviso. Las ideas se enamoran entre ellas. Algunas se quedan solas, otras, forman la pareja. ¿No todos observan la vida con los ojos que yo empleo? ¡Qué raro es esto de ver que depende del color de unos cristales suplentes! Cuando me arranque los ojos con que visualizo todo será entonces verdadero haré el visionado cierto, y el Alma, envuelta en crisálida, surgirá diestra y tan diáfana. Mientras tanto me distraigo jugando a que diosa soy y que con solo las palabras le doy forma a la emoción. ©Leibi NG

No

Parke Harrison. Reclamation En la dicotomía de tu historia aullas como lobo solitario maldices la trampa de la gruta sinuosidad sosobra sima cepo. Lo diste todo en tu alarido triste te entregaste en vida en un amanecer, sol de deberes, que te multiplicó sobre el mapa vital de la pareja. ¿Qué más podías dar tú, que ese amor bendecido en la chica parroquia del pueblito perdido? El mismo que quedó enterrado en la montaña mientras tú, marinero ofrendabas batallas. ¿Qué más se te pedía que no entregaras presto con la agonía del día? El fruto de tu semen se convirtió en discordia, a ti tan parecido tan viril y tenaz. Los años construidos se derrumbaron juntos elevando un abismo de honda depresión. Todo entonces fue frío,  ajado cual tedioso periódico de gran circulación... actualidad hecha rito. Pus brota en tus entrañas, en tu cerebro, llanto en tus manos el monstruo de la desolación con diez tenazas raudas a hacer de ti una máquina un mecano brilloso, anquilosado y torpe alienado y curvado