Radar

RADAR
en el azul celeste concentrada
tan firme, tan segura, tan demente
que logré desplegar siluetas de alas.
En la panza de muerte del pájaro plomado,
radar de mis desvelos,
recepción de mis días,
esperé tiernamente a tu costado
y me fundí en tu cuerpo de labriego
copulando la luz del huerto claro.
Yo siempre te busqué
sin singladura
como una nueva Gilda tras un Jhonny,
desnudos mis dos brazos de mentiras
desatado rubor de estrellas, cisne
mis dos manos.
Te busqué y grité el comienzo de la era
en una dimensión no descifrada;
negando mis segundos más reales
tu nombre se hizo sangre por mis venas
y tu angustia herida feroz
que aún sangro recordando el tibio tacto.
© Leibi NG
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