Generosa María Báez (1932-2014) |
¿Y cómo ha de morir quien tanta vida ha dado?
Es imposible obviar su luz en la penumbra,
la risa y el consuelo de sus brazos
cuando la hija se reducía en sí misma
enjugando mis lágrimas.
Si el tema es recordar,
la madre está presente,
no sólo en la genética,
(porque mi cuerpo es de ella),
también en cada gesto,
que nadie me los presta
y juro no he copiado.
A mí que no me digan
que está en un cementerio.
Esa no era mi madre.
Mi madre no se muere
ni en enero ni nunca,
porque para que viva
basta ser quien me hizo
-como una diosa amable-,
a su imagen tal vez,
a su usanza mejor,
a su hechura y su voz
moldeada por su arte.
Mi madre vive en mí
y en todos mis hermanos
y éso que se enterró, no sé...
¡Fue solo un cuerpo usado!
®LEIBI NG
Así mismo es. Hay personas que no mueren. Sólo han cambiado su morada y su estatus migratorio.
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