Todo su amor era roto,
resquebrajado, incompleto.
Nació pichada vasija
eso sí, muy bien florida.
El primer día de la creación
Ya se le salía el agua,
aunque probaron con música,
sueños, anhelos, las ansias…
Otro fondo no tenía.
Otro fondo no acataba.
Sólo incontinencia fue
a lo vacío destinada.
Incansable se movía bajo caños
ya fueran de fuego o lava…
Hasta de lodo o de limo
quiso un día rellenarse
Pero fisura insalvable
no se tapa cual balón.
No permitía que nada
se asentara en su pudor.
Así maldijo al mismísimo
Señor Dios que lo creó
Se llenó de imprecaciones
para el principio creador
Y todos eran culpables
desde su hueca visión.
Todo menos el hoyito
de su pobrecito espíritu.
Yo pretendí sembrar flores
cultivarlas con amor,
pero la vasija solo
se llenaba de dolor.
©Leibi Ng
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