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Yo te nombro, Ligia


Elijo esta foto porque es la sonrisa
que conocí y quiero recordarla
aunque el tiempo me reduzca
a una osamenta alada.
Las pocas veces que coincidimos
personalmente, era esa alegría
tu mejor adorno.
Siempre nos prometíamos un encuentro.
Y yo, que no soy dada a juntarme,
hoy me arrepiento de no haberte llamado
con la de risas que ahí quedaron,
las complicidades que nunca compartimos,
las simpatías que se nos perdieron...
Como si dejáramos una cita abierta
ahora que sé que no te veré más
en las calles de Santo Domingo,
me hundo en esta pena caminando
por Ciudad Nueva.
Voy a leerte de nuevo
buscando claves de vida
porque no es la muerte
soberana de la eternidad
sino la vida.
Esta vida que evoco en tu sonrisa franca,
en la palabra Denver
o en apellidos como Minaya o Belliard;
tal vez en Moca o en Van-Troi
la calle Independencia, por el Ateneo,
el Diario Libre con su sello verde
y esas Saudades que sí, ¡lo juro!
sí son eternas.

Ligia Minaya, yo te nombro
y en ti, vienen todas tus letras
danzando con la alegría luminosa
por este Callejón de Flores.

©Leibi Ng

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