La noche extasiada ilumina tu cara. Desde donde estoy contemplo tu sonrisa con el feliz chateo y no puedo evitar disfrutar tu inocencia. Tu absoluto momento.
Un simple transeúnte, un caminante solo y todo lo que veo es patrimonio mío. Los hogares que albergan felices habitantes o patéticos seres sedientos de cariño. La acera con sus árboles y los jardines lindos; la cuneta ya limpia, ya llena de atropellos… Los perros y los gatos, los ladridos, suspiros...
El carro mal parqueado, los tanques de basura, las esquinas que doblan junto a motores ebrios.
Camino bajo el cielo estrellado y lo siento como un segundo techo que protege mis pasos de nube solitaria. Una que ahora sonríe porque adentro se lleva tu cara iluminada.
©Leibi Ng
Comentarios
Publicar un comentario