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Sedientos los pétalos

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Sedientos los pétalos saben lo que anhelan: giros, tientos, vueltas, cruz y hasta cadencias. En lila te buscan con reposo o viento los ojos del aire te expían discretos. No tuerzas el caliz que en cabriola y liana asciende a tu cuerpo. Luz que siembra el beso y el seno quebranta con filo de acero. ©Leibi Ng

Autopsia

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Femme Avec Des Fleurs” or “Spring”, 1912 ¿Qué haré si no te encuentro? ¿De qué color la resurrección me teñirá de nuevo? ¿En cuál lugar extravío el Norte de tus besos? ¿A qué Estrella Polar dirigiré mi credo? ¿Dónde estaré de nuevo si no siento tu piel un mínimo de tiempo? Ganas, rabia, deshoras se me agolpan sin techo... Desnuda, hambrienta, muerta por tus diez mil silencios... Sabiendo que vendrás, torturándome obseso sin tu voz ni tu acento... ¿Quién reconocerá mi cadáver de intemperie cubierto? Sin los gusanos tiernos de tus ojos en mis cuencas, ¿qué forense dirá que en fantasma me he vuelto? ©Leibi Ng

Postraumático

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Viene flashback y paraliza la voluntad del acto. Regurgita ese miedo, el escalofrío, el espanto... Pupilas insomnes en noches que no cesan sin que valgan somníferos ni té de lechuga o dormitar debajo del tamarindo imaginario La soledad de tantos merodeando, sin nada que ate su atención. La culpa, la pena, la preocupación constante... y en medio de la vida se incuba la otra vida que pasó de muerte interminable. Con su tinta roja recordando sangre, lápices de minas cuadradas afiladas a cuchillas; las plantas ahogadas en un exceso de agua... Los recuerdos no mueren ni en la pira y menos en el asiento trasero de un taxi... Flashback: carne viva rociada con sal y vinagre. ©Leibi Ng

LA PUERTA

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"Visita inesperada" Remedio Varos Parece que estoy hecha de retazos. Rodeada de revistas, libros, trastos... Recuerdos y proyectos de recuerdos; (sí, porque también se compran cosas nuevas con el fin de robarles sus misterios). Quien quiere conocerse ha de escarbar bien profundo en lo hondo de lo umbrío, negociar por sí mismo los rescates de mil desavenencias al destino que no viene siendo más que el otro que te habita. Te enfermas de quien eres y está el remedio dentro (igual que la gangrena) y son monsergas los dichos de los sabios que no aprendes: Olvídate de ti y serás divino. Conviértete en dragón para pintarlo y sólo está su mano sobre la tuya en ese siempre amago, mitad ensoñación, mitad piedra de toque. No regresas jamás de quien tú eres a menos que algún dios, predestinado, te bese directamente en los labios y diga con voz de trueno: ¡Tienes la puerta abierta! ©Leibi Ng

YO QUISIERA LEERLO

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(A Leibi Ng Báez) “¿Y si escribiendo me descubro ante ti y ante mí misma... y si diciendo logro hallar la voz que siempre me acompaña invisible, nostálgica, sabia?” Leibi Ng Sé que fabricas versos. Que escondes los minutos de sal en tu ojo bueno. Que en tus manos impunes se refugian los pecados de Dios, los devaneos de algún hada madrina que equivocó su Norte; que tocó con su vara gusanos y arcoíris, que convirtió lagartos en lagartos mientras las niñas buenas, ajenas de milagros, perdían su sonrisa entre los lobos. Sé que construyes sueños. Que solo falta piel para cubrirlos, dejarlos caminar por el asfalto. Que temes que la brisa escancie la mirada en su almanaque. Que sendas y caminos los lleven más allá de tu agua buena. Que se despierten lejos, tan lejos que no sepas si despiertan o sueñan y tengas que soñarlos nuevamente protegidos de besos y de lobos. Sé que fabricas alas. Que un muro de silencio tan ancho como un beso despinta tu arcoíris, lo tiñe de aguacero. Que en un viejo c...

Almacenaje

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A esos que te aconsejan soltar todo, comprender lo nulo del pasado y la inutilidad del porvenir… Los dogmas que predican concentrarse en el minuto aciago del respiro que llaman ahora… A esos, les voy a regalar todas mis lágrimas cristalizadas en marfil, Varios envases de sustancias químicas frenando mis dolores Los recuerdos del patio en que dos pechos predijeron los filmes de Fellini, un árbol de piñón con la leyenda, el brebaje imposible de un amor adúltero, la rabia del vecindario por la virginidad entregada al soldado yanqui. la compasión por el hijo del yanqui... El comunismo ateo de doña María, el enfrentamiento con el vecino imperialista... El locrio de paloma. Las piernas encorvadas del hijo de Pino, el canto destemplado del borracho del Conde, las madrugadas al lado del inconsciente, un parque lleno de presagios, una avenida llena de basura, el guardia ebrio de la esquina de la París, los mecánicos del piso de abajo, el café en baño de María, el ruido sordo de una avenida anón...

TODO O NADA

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Abie-Davis Sentirás el escalofrío del riesgo. Algo ancestral está en tus células. Querrás experimentar. Caminar descalza al filo de la navaja. Te envolverás en largas conversaciones Conocerás la marca de sus pañales. El grado de tibieza de la leche que empleaba la madre al darle de mamar. Curarás mentalmente sus raspaduras y las lesiones del acoso que sufrió de niño… Tu vida perderá importancia. Tu trabajo perderá importancia. Tu tiempo pasará a depender del suyo. Tu amor será cada vez más poderoso. Sufrirás largas esperas… Pero nada se compara con el momento en que él te dedica su atención. Puedes volar como los ángeles. Llegará el día de la primera vez cuando tu corazón desbordado se derramará como el río en el delta. Puedes volar como los ángeles. Los labios unidos Los cuerpos fundidos Todo y serán UNO. Puedes volar como los ángeles. Pero ya no son uno Un reto, un desencuentro, un mal entendido… Sentirás de nuevo escalofríos Y lo ancestral en tus células te oprime Lágrimas, dolor y ...

Minúsculo abatido

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En la medida en que me alejo su voz disuelvo en nada. El sonido ya no creado hoy se le escapa al aire. y su esencia no tiene características: ninguna cualidad de amor y su homicidio. Ni luz ni visión. Ni sabiduría, ni salvación... Las palabras eran tan plenas, tan diosas, tan esenciales las vocales… Ahora no tiene aroma el nombre ya no resuena su vibrato. La lucha de contrarios ha cesado y ya no hay yin ni yang; ni es soluble en el éter su hueco sin acción. Mis dedos juegan como antes jugaban y mi propia voz ya no se acerca a la que fue. El eros ya no es llama.  Extinta la pasión, muerta la flama, sucumbe  ante el soplido sin alas de la boca de un dios sin nombre. Es irreal, no vida. Ni fuerza, ni duración, ni trascendencia. Ya no tiene poder. Se extingue como un minúsculo abatido punto de polvo. Lo que antes fue pavesa, ceniza es. ©Leibi Ng

DISTRACCIÓN

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Ha caído la lluvia, cadenciosa y perenne y tu cuerpo desnudo persiste en mi pasión. Un relámpago lento de movimientos breves sobre sábanas blancas y almohadas al revés La cortina sonora  que acompaña suspiros es rítmica, afectada, ñoña y dulce a la vez porque con la atención concentrada en su lengua  son como cuchilladas los ruidos que intervienen interrumpiendo el hecho  del somero placer. No me distraigas lluvia  que no quiero escucharte. Déjame con mi amante fundirme en la avidez de reiniciar el mundo  ahora, y luego otra vez. © Leibi Ng

Monte Taijeto

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Él descubrió la llave del alma femenina: Vulnerable cual niño confesó sus dolencias Debilidades, taras, cicatrices, cortadas, mutilaciones ciertas y por tanto variadas. Ante ingenua franqueza la mujer se amilana saca amazona interna y asume la batalla: "Yo te defiendo, hijo". "Yo te cuido, mi alma, que para eso me han dotado dos órganos que ovulan y un útero engarzado con divina misión: A la vida dar vida y a  la muerte prisión". Y poquito a poquito el mendaz se hace fuerte: Fuerte en hábitos fijos, fuerte en líos y tramas chupador de pezones ya nocturno, ya diurno... Hasta que bien seguro va sacando sus armas; vengativo, asertivo cercenador de palmas. Y un día el alma grande de la madre que espera se eleva en su estatura y saca fuera el karma lanzando al hijo ajeno al Taijeto que aguarda. Con la única tragedia de que instinto materno en otra hembra renazca y el infeliz arraigue y nazca nuevo lactante. ©Leibi Ng