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PANDEMIA

  Furini. Cabeza de mujer «Viviremos dentro de los límites y moriremos dentro de la          inmortalidad ¿no es injusto? Viviremos gozando la inmortalidad y moriremos dentro de los límites. HORIZONTE. Choi Seung-Ho. Autobiografía del hielo PANDEMIA Desde el fondo donde descender ya no puedes la tristeza domada y los latidos detenidos esperando un solo signo un peldaño de ascenso en la remonta para escapar de todos los lamentos la insuperada herida el dolor que no cesa la confianza dispersa y la desesperanza. Sobrevives por su Alta Gracia a pruebas de silencio y abstención con la penitencia del tiempo detenido y el mañana en penumbras. Y sin embargo, lo divino te absuelve. La fuerza misteriosa que cohesiona trozos deshechos la brisa que mueve las ramas en las copas de los árboles el vuelo de las mariposas y el polvo de sus alas la luz de las luciérnagas y la sed de atraparlas la dulzura de la miel en la punta de la lengua y el aroma de las flores en la nariz junto al áspero desgarramie

Ensuciar

  Garabatear ensuciar la pureza de lo blanco que anhela lo sublime. Marcar con signo estupefacto e imperfecto el sueño de un poema. Llenar de llanto el precoz verso incapaz de tocar los sentimientos por su psicopatía. Intentar sacar del alma esta tormenta y no poder hablar ensuciando con letras inconexas esta agua que no piensa. ©Leibi Ng

Herencia capital

  Cual padre paranoico reiterando las mañas remarcando las huellas con persistencia y tino de camino sin fin permanecen las cosas sobre las que navega sin nave repitiendo del Cristo los pies en lo intangible que se mantiene a flote convidando el asombro. Es eso que transcurre que fluye aunque no mane que valoran cual oro pero oro no es. Un camino infinito hecho con eslabones  en certezas bordados, pérdidas invisibles, pero frágiles lágrimas o pompas de jabón. Todo el mundo lo tiene y todos dilapidan especialmente yo. Quienes llevan agendas saben de lo que hablo si queda sin hacerse, la cosa no cuenta como un hecho y pasa a los pendientes, igual de acumulados. Preciso, rencoroso, mudo, cruel e implacable parece detenerse cuando chocan las almas asunto del destino o de física cuántica que unos llaman amor. Sigue a sus tres cabezas: hombre, toro y león guadaña parricida, impasible matón. Al final, él te espera sentado en el panteón. La ilusión siempre viva te hará sentir que eres de él mi

Cuela luz

  Remedio Varo: "Cazadora de astros" Sobre ruedas va, colando luces. Hermana con la brisa que entrecoge. De vocación dual: risueña y triste cerrada y a la vez al mundo libre. Sube y baja en vaivén el tiempo esparce: barrotes de metal, también de aire tejida por la urdimbre de su talle. La puerta abierta es sólo un requisito en lo intangible: que en su interior la vida se acomode. ©Leiby NG Colando luces
 No es solo crecer en medio del caos. La dependencia y el desconocimiento la hoja en blanco que es la infancia cuando nadie te explica ni te apoya y el mar de emociones bramando… Observar a otros se convierte en rito. La literatura reemplaza la vida y las palabras imitan a la acción. El joven Werther con su desventura se reitera con sus botas marrones y su chaleco amarillo. El amor imposible, el alma gemela, el negocio viable… Descubrir paso a paso nuestro propio sentir en un paisaje ajeno. ¡Bendita pandemia! Un parón del mundo ha resultado un viaje. Pero nada encaja en el paisaje y el tren se aleja separándome de mí.

Era que no

  Era que no quería inesperadamente un hado se posó en medio de los labios. Silencio inexplicable pendiente de un misterio el mundo suspendido al paso de un segundo y tu mirada en mí y mi alma dentro tuyo. Adormecida Cual resignada lluvia no hay nada que ofrecer en resistencia sí una pausada tregua mientras tanto Vendrá la aurora para recuperar la voluntad perdida ese instante indomable que controlas y serás nuevamente tú, la única, la autora original fiel a ti misma. Todo será recuerdo y aguacero. ©Leibi Ng

Tiempos

  En el pasillo, cuadros torcidos y en mi memoria el humo asciende como una torre hacia las nubes. Se funde el tacto con los aromas, colores, brumas, planos, esferas... pero el recuerdo juega a esconderse en grietas fijas. Rincones que recorro tras los fantasmas, (que no otra cosa son las acciones que ya pasaron) y allí se esconden para asustarnos en una infancia congelada. Todo se asocia, todo se hermana: rostros, palabras, voces, amagos... Nadie quiere olvidar lo que se olvida, aunque el diario vivido no pierde páginas, no hay duda de que las letras terminan ilegibles por el llanto. Y está lo contenido: lo que no se dijo, lo que no se hizo... De lo íntimo no se habla pues queda disociado; aunque se haya vivido en compañía, se evoca en tiempo solitario tan adentro, tan escondido como el secreto, como el pecado. Seguros de que elegimos quedarnos con lo mejor y que el tiempo devorara lo podrido. @Leibi Ng